Eminence Book

Como ciudadana argentina recibí con gran agrado el anuncio que nombraba a Jorge Mario Bergoglio como nuevo Papa de la Iglesia Católica, jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, obispo de Roma, vicario de Cristo, y muchos otros títulos más. Bergoglio dejó de ser un religioso jesuita argentino para ser Su Santidad el Papa Francisco. Esta celebración ha removido fuertemente muchas creencias, bandos políticos y rumores, entre ellos, los que vinculaba a Bergoglio con algunas personalidades oscuras durante la dictadura militar en Argentina. Por lo tanto, en el momento de leer Eminencia, fue imposible para mi separar la expectación que me creaba el reciente nombramiento. Un libro fuerte, sin dudas, que hubiese levantado mucha polémica en Marzo. Realmente resulta profético lo que Morris West escribió en 1998, porque más allá del desenlace final del libro, las coincidencias entre la ficción y la realidad son asombrosas.


Luca Rossini es un personaje misterioso para sus hermanos del Vaticano. Ha sabido ganarse la confianza y el afecto del Papa, quien lo ha estado ascendiendo con regularidad, lo que provocó celos en los demás. Realiza su trabajo con tacto y astucia, así que no hay nada que reprocharle. Excepto tal vez que oculta grandes demonios en su interior.
El Papa ha sido una gran figura conservadora, pero terminalmente enfermo, se encuentra en su lecho de muerte debido a muerte cerebral. Grandes dilemas se abren al respecto y será Luca quien salvará el momento. Sin embargo, las cartas ya están echadas... Una guerra fría se extiende entre los cardenales, remarcando aún más las diferencias entre ellos. La presencia de la Prensa en cada esquina no les dará respiro alguno.
Cuando personas de su pasado aparezcan, los demonios de Luca Rossini se soltarán en el momento menos adecuado. ¿Quién será el nuevo Papa? ¿Qué futuro le podrá dar a una Iglesia que se tambalea? ¿Hasta dónde se está dispuesto a llegar?


Más allá de las coincidencias casi proféticas que tuvo Morris West al escribir Eminencia, esta novela de ficción presenta grandes cuestionamientos acerca de la Iglesia y sus políticas. Polémico en todo momento, su argumento resalta grandes preocupaciones por el futuro de la fe y de la institución que la concentra. Temas como la homosexualidad, el aborto, la eutanasia, el celibato, las relaciones adúlteras, la pedofilia y los crímenes de lesa humanidad, que ya de por sí resultan fuertes, lo son aún más desde el contexto que se plantea. Algunas frases dichas por personajes religiosos resultan terribles. ¿Qué puede ocurrir si un cardenal pierde la fe?
El personaje de Luca Rossini está creado con gran maestría, su personalidad está vigente desde el primer capítulo, pero tanto para los otros personajes como para el lector, el proceso de comprenderlo y de conocer su pasado se irá dando a lo largo de la historia. Todos los personajes secundarios se mantienen en el plano con diferentes actitudes humanas. La imagen de la prensa, representada por varios periodistas, estará presente en todo momento y terminará con grandes funciones en este "circo mediático" que representará la Iglesia.
Rossini no será el único personaje argentino en la novela. Aparecerán aquí las Madres de Plaza de Mayo, buscando la justicia para sus desaparecidos. El período oscuro de nuestra historia se trasladará hasta el Vaticano con gran fervor.
El disparador de la situación más problemática para la Iglesia no será un miembro del clero, pero si una persona muy cercana al Papa, que pondrá en peligro no solo la estabilidad de la Institución, sino también su credibilidad ante los fieles. Y nuevamente llegamos aquí al tema de la fe, ya que a pesar de que la novela se sitúa en la ciudad más religiosa del mundo, la figura de Dios jamás se personifica. No es el propósito de West indagar sobre la existencia o no de esta presencia todopoderosa, sino de mostrar a los funcionarios de la Iglesia (incluyendo a su Máxima Santidad) como lo que en realidad son: hombres comunes que tienen defectos y pecan a diario.
La narración es sencilla y ligera, no está plagado de enseñanzas católicas y su función no es didáctica. No es necesario conocer mucho acerca de la religión para poder leer la novela. Todos los núcleos se desarrollan alrededor de Rossini, pero cuando es necesario, el narrador se separa para darnos un plano más amplio de la situación.
El desenlace es sumamente realista y, aunque un poco triste, logra cerrar la historia de manera coherententemente brillante. No me ha defraudado y me ha tenido prisionera durante las más de cuatrocientas páginas.
Eminencia resulta ser una novela sobre la Iglesia humana, sin mitos ni milagros. Cuando la fe, la política y el poder son hermanos, el ser más peligroso es aquel que dice la misa.

-Reseña publicada primero en mi blog Nanny Books-