El alcalde de Zalamea Book

Zalamea es un pueblo tranquilo. Un sitio sin demasiados dramas, hasta que un día un grupo de soldados camino a Portugal deciden hacer un alto para descansar. La casa elegida es la del labrador más rico - o el menos pobre, según se mire - de la zona: Pedro Crespo. El hombre se huele el drama, y junto con su hijo Juan decide que lo mejor es esconder a Isabel, su hija; e Inés, su sobrina. El problema es que los soldados que han llegado han oído que Isabel es una chica preciosa... y el capitán ha decidido verla. Cueste lo que cueste.
Después de La vida es sueño, que leí hace un porrón de tiempo; tenía ganas de reencontrarme con una obra del autor y, si bien es cierto que los dramas de la vida y los sueños me parecieron terriblemente entretenidos; la historia en Zalamea me ha sorprendido muy gratamente. No quiero desvelar nada, porque la obra se lee en un suspiro y realmente vale la pena; pero tengo que reconocer que Pedro Crespo ha terminado siendo uno de mis personajes favoritos de la novela, junto con la pobre Isabel.
El libro tiene, como es de esperar, un componente social muy fuerte. Lo que prima es la honra y el mantenimiento de las formas de cara a la galería - por enésima vez, las apariencias por encima de las acciones -, pero me gusta el punto que le da el autor y es que aquí no se castiga a la mujer por culpa de la acción de un maldito cerdo.
Nada más que añadir. Leedlo, vale la pena.