Double vision Book

Andrzej Wajda nació en Swalki, Polonia, el 6 de marzo de 1926. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Cracovia y en la Escuela Superior de Cine de Lodz. En 1955 dirigió su primera película, Generación, y en 1962 pasó a dirigir igualmente teatro. Un cine llamado deseo analiza paso a paso, desde la perspectiva que dan «casi treinta años» de experiencia profesional en el cine, las diversas etapas y elementos que, una vez realizados y reunidos, dan como resultado una película: desde la idea que la hace surgir, hasta su edición final y, como colofón, el «triste día del estreno». Pudo haberse llamado también Cartas a un joven cineasta, pero Wajda prefirió dedicárselo a sí mismo o, más bien, al «joven increíblemente inocente» que, según confesión propia, era en 1949, cuando dejó la pintura para dedicarse al cine. Se trata entonces de un prontuario, y no hay nada que sea relevante para un director de cine (para un cineasta en general), que no esté delimitado y desglosado en el libro de Wajda. Los ejemplos y los detalles son mínimos, pero suficientes e intencionados, quizá porque no hay muestra más clara de la experiencia adquirida que la economía en la exposición y en las conclusiones. Redactado en primera persona y escrito para sí, era inevitable que el libro delatara a su autor: su humor, su inteligencia, sus buenas maneras, sus limitaciones, tropiezos, errores, añoranzas y lealtades, van de la mano (de manera ligera, precisa y grata) con la enorme experiencia que Wajda adquirió como cineasta y cuyo mejor testimonio son sus propias películas. Recipiente de numerosos premios y títulos honoríficos, Wajda y su carrera artística han sido ampliamente reconocidos en su patria y en el extranjero. Toca al lector ahora entrar en contacto con aquellas otras cualidades suyas, las más básicas, las más humanas, que lo hicieron el gran artista que ha sido y que no se suelen premiar, pero surgen en cada página de este libro lleno de sapiencia y bonhomía. Un cine llamado deseo es el recorrido puntual de uno de los realizadores más importantes de la cinematografía universal desde 1949, cuan-do a sus 24 años interrumpe sus estudios de pintura, hasta 1983, año en el que filma Danton y Un amor en Alemania. Andrzej Wajda realizó algunos cortometrajes en la Escuela Superior de Cine de Lodz e inició, en 1955, su carrera profesional con Generación, a la que siguieron, entre otras, Canal (1957), Cenizas y diamantes (1958, adaptación de la novela homónima de Jerzy Andrzejewski), Brujos inocentes (1960), Cenizas (1965), Las puertas del paraíso (1968, otra adaptación de Andrzejewski), Todo en venta (1969), Los abedules (1970, adaptación de otro destacado escritor polaco contemporáneo, Jaroslaw Iwaszkiewicz, y por la cual obtuviera su primer premio internacional, en el Festival de Moscú, luego de obtener varias nominaciones en diversos festivales), Paisaje después de la batalla (1970), La tierra de la gran promesa (1974, de nuevo una adaptación de un escritor polaco, Stanislaw W. Reymont, Premio Nobel de Literatura en 1924), Línea de sombra (1976, basada en la obra del escritor anglopolaco Joseph Conrad), El hombre de mármol (1977, premiada por la FIPRESCI en Cannes), Las señori-tas de Wilko (1979, de nuevo de la mano de Jaroslaw Iwaszkiewicz), El director de orquesta (1979, premiada en Berlín), y El hombre de hierro (1981, por la que recibió la Palma de Oro en Cannes). Un cine llamado deseo es también el recorrido que toda película lleva en su construcción, desde la idea hasta el estreno, pasando por los diversos obstáculos de la producción e, incluso, de la censura. Su planteamiento observa al arte cinematográfico como una obra de autor inserto en su propio sentido nacional, independientemente, o a pesar, del Estado. Tras la desaparición forzada de su Unidad de Producción Zespól “X”, Wajda se mantuvo incansable y productivo, tanto como director de teatro —con más de veinte puestas en escena— como de cine, según muestra la filmografía que hace las veces de apéndice a esta edición, en la que destacan, luego de la publicación original de esta obra: Los poseídos (1988), Crimen y castigo (1992), Nastasia (1994), todas ellas basadas en Dostoievski, así como Semana Santa (1995), Pan Tedeusz (1999), el segmento El hombre de la esperanza, sobre Lech Walesa, que forma parte de Solidaridad, Solidaridad… (2005). En 2007 se encuentra en la producción de Post Mortem: el relato de Katyn.